Iñaki Guridi | Karmelo Iribarren
September 29 / October 29 · 2017
Desafiantes personajes donostiarras se sumergen todos los días del año en la playa de la Concha.
Este vínculo con el Mar es una cita diaria convertida en tradición.

DONOSTIA
Nos acercamos hasta el mirador:
abajo, iluminada,
como una joya expuesta
en el escaparate de la noche,
la bahía. Un poco más allá,
arrebujado casi, entre la niebla,
el puerto. Detrás, la parte vieja.
Y luego, amenazante, negro,
y sin embargo extrañamente acogedor,
el mar, la mar -como gustabas
de llamarla tú-, inmensa.
Estuvimos allí unos minutos,
sin hacer nada, en silencio,
sólo llenándonos los ojos de belleza.
Horas después, ya de regreso
a casa, en el coche, improvisé el inicio
de un poema, de este poema.
Hoy lo retomo donde entonces
lo dejé: tu cuerpo recortándose
en la penumbra del dintel,
en tu rostro una ineludible propuesta.
APUNTE INVERNAL
La isla
de Santa Clara,
ahí,
en medio
de la bahía,
solitaria
y hasta un punto misteriosa.
Pero a la vez
muy tranquila;
como diciendo:
ya volveréis.

La exposición se acompaña de un CUADERNO con las imágenes de la serie y poemas de KARMELO C. IRIBARREN dedicados al mar.

EL FRÍO
ALLÍ,
donde termina tu mirada,
empieza
el frío.
LA VIDA SIGUE
LA vida sigue -dicen-,
pero no siempre es verdad.
A veces la vida no sigue.
A veces solo pasan los días.

