
Nori Ushijima
Three decades | 90s
June 19 / September 17 · 2020
Esta exposición es el primer capítulo de una trilogía que recorre la obra del artista japonés, Nori Ushijima, a lo largo de tres décadas. Los años noventa se caracterizaron por unas pinturas de gran formato que ahondan en los cimientos de la existencia humana y del universo.
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Nori Ushijima
Three decades | 90s
Jun 18 – Sep 17, 2020
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Tras su estancia en Perugia y Roma donde se inspira y transpira el mundo clásico y el conocimiento de las técnicas del restauro y el grabado, Ushijima recala en 1990 en San Sebastián donde comienza un ciclo de paisajes cósmicos de gran tamaño. Cuidado por las texturas y grandes espacios siderales crea una pintura sugerente y abierta sobre el “Cosmos” en sentido amplio, “El más allá”, “Apomorfo”, “Caduceo”, “Eolo” “Entropía”, en los que mezcla de manera sorprendente las técnicas mestizas del temple al huevo, fresco y el óleo sobre tela de lino.
Será el año 1993 cuando en obras como “Bosque”, “Sueño de un violinista”, “Leda”, “Aeroflot”,” Japón y Europa”, comienza a activarse en el pintor su dimensión expresiva de carácter más figurativo, que pronto desembocará en una obra neofigurativa, en la que los repertorios antropomorfos y zoomorfos se plasmarán en numerosas obras, de las que será cabeza de serie “Picasso con Autorretrato” (1997).


La figura de Picasso ejerce sobre su obra gran devoción y magisterio, hasta llevarle a residir en Barcelona durante 20 años, y por la gran cantidad de obras en las que su sintaxis cubista le llevará a una plasmación espacial y conceptual personal siempre afín a la del gran maestro del siglo XX: “Arca de Noé “( 1996 ), “Cristo”, “Euskadi”, “Time machine”, series sobre lo Sagrado y lo Profano, el Circo, el Amor humano, y la ciudad de San Sebastián.

Como experimentador nato al artista siempre le ha interesado todo lo humano y lo divino, la pintura, el dibujo y el grabado, el óleo, el temple, el lápiz y las técnicas mixtas. En su obra ecléctica derrama el color sólo lo necesario y lo justo para teñir y colorear sus sabias y complejas construcciones, sus sueños reales y fantásticos.
Su obra, asegura el propio artista, representa la realidad de la existencia consciente y la realidad de la ficción inconsciente, moviéndose todas ellas en un sano eclecticismo de repertorios y de estilos, hasta crear una obra propia y al mismo tiempo mestiza.

