MARI PURI HERRERO

Del color de los días

10/02 – 27/05/2023

Artista:

Mari Puri Herrero

La pintora vizcaína Mari Puri Herrero, Bilbao 1942, regresa a la galería Arteko con su último trabajo realizado en su mayoría sobre papel. El próximo viernes 10 de febrero Arteko inaugura esta particular exposición de la artista bilbaína, recientemente galardonada con el Premio Gure Artea 2022 en reconocimiento a su trayectoria artística.

Creadora singular: pintora, grabadora y escultora, MP Herrero nos introduce en la intimidad de su proceso creativo con unas ideas que van de manera inmediata de la mano al papel. Sus dibujos se plasman directamente desde las imágenes, colores y formas que van surgiendo de su imaginación al papel, un gesto que recuerda a una escritura. Es en donde la autora se encuentra más a gusto. En estos últimos años, en su evolución, los papeles han ido creciendo hasta llegar al sentido de cuadro en cuanto a su construcción y colorido.

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No obstante, su obra tanto en la tela como sobre el papel continúa reflejando un mundo inquietante lleno de amenazas y falsas apariencias en el que se intuyen lo real y lo fantástico, en el que descubrimos figuras espectrales que caminan entre luces y sombras. Influida por el realismo y un mundo onírico de inspiración surrealista, la pintura de MP Herrero habla de la realidad aunque de una realidad distinta a la que vemos diariamente con nuestros ojos. Las figuras humanas casi desaparecen de un modo inquietante, fundiéndose con lo que les rodea como si la artista pretendiera escondernos, ocultarnos algo que está presente pero que no se manifiesta abiertamente.

Nos encontramos de nuevo en esta exposición titulada Los colores del día con una creadora que domina el dibujo, el color y el equilibrio compositivo tal y como podemos comprobar entre la docena de excelentes papeles de mediano y gran formato, lo último de su producción. Como complemento y pequeño recorrido de su trayectoria MP Herrero muestra una pequeña selección de obras de anteriores décadas sobre tela, tres de ellas de grandes dimensiones: Edimburgo, 1991 (tríptico 130x356cm), Mazarredo, 2009 (195x2196cm), e Ir y venir , 2003 (díptico 140×210 cm).

Una imponente escultura en bronce, pintada de azul, en homenaje a los cocineros cierra la exposición de la artista, una de las figuras clave para entender el Arte Vasco del siglo XX.